sábado, 10 de diciembre de 2016


INFANCIA

Y volver a soñar, con un cielo de caramelo, con la luna de queso y los días sin fin, y correr y enredarme  con los colores del tiempo, abrazando fantasías  de un mundo que inventé. Y volver a tener esa inocencia bendita donde las tristezas no tienen lugar, donde las rabietas se calman con un dulce, donde desconoces el odio y el rencor. Y volver a sentirme libre de temores viviendo los días de principio a fin, inventando sueños , bailando con el viento y gritandole al silencio que eterna quiero ser.

Maravillosa niñez,
nostalgia del ayer...